En memoria…

junio 19, 2009

Se ha muerto

la vida de un amigo

y ha vivido

la muerte de su vida.

Se me ha roto

un trozo de mi vida

y se ha muerto

un trozo de mi muerte.

 

Se ha ido

y no se despidió

y recordé que nunca

le he olvidado.

 

Su corazón

no pudo darnos más

y se paró

iniciando un viaje

sin retorno.

Su voz se fue

pero aquí se quedó

perdida entre las ondas

flotando por el aire…

 

Adiós, donde quiera que estés…

 

(A Feito…)


Cuando la niebla…

junio 18, 2009

Cuando la niebla se disipe,

cuando el día sea claro,

empezaré a entender.

Espero.

Me entenderé,

entenderé

por qué hago lo que hago

y digo lo que digo.

 

Entonces,

sólo entonces,

ya no tendré misterio

para mí.


Adios a Ernesto López Feito (con lágrimas)

junio 15, 2009

Ahora ya me puedo despedir con calma.

Me refiero a despedirme de ERNESTO LÓPEZ FEITO, que nos dejó en la madrugada del jueves pasado.

Y he tardado bastante tiempo en asimilarlo, porque su muerte me ha dejado un tanto huérfano profesionalmente y ha abierto uan serie de sensaciones y recuerdos que tenía por ahí dormidos.

Le conocí cuando no teníamos veinte años. Ambos empezábamos a estudiar Periodismo, pero como no estaba terminada la Facultad, nos hospedaron en Cinematografía, allá por el final de la Ciudad Universitaria.

Allí nos conocimos, allí me enseñó a jugar al poker, al mentiroso, con los dados, y al dominó. Era uno de los tahures del lugar.

Después coincidimos en Arriba, en deportes, luego en local, hasta que se fue al Imparcial y me dejó en su puesto en esa sección, y a punto estuve de entrar en el Imparcial tras su llamada, pero las cosas se complicaron y no pudo ser.

También tuve la suerte de comer en el Luarqués, restaurante propiedad de sus padres, que se convirtió en sitio de reunión casi habitual para nuestro contubernio.

Le seguí tratando más o menos regularmente y tenía una llamada pendiente, pues había quedado en visitarlo en la Ser… Una llamada que ya nunca haré, aquí por lo menos…

Ese ha sido, a grandes rasgos, mi peripecia con Feito… que además de enseñarme a jugar a todo lo escrito al principio, me tutelo en el periódico… y me descubrió el rock sinfónico (Pink Floyd, Yes…) porque era un gran melómano.

Todo este rollo para explicar que siempre me acordaré de él, de su bondad, de su alegría, de… tantas cosas…

Me ha costado bastante asimilar la noticia, la pérdida, la desgracia…

Te echaré de menos.

Y a Pilar, un fuerte abrazo… hace tantos años…


irrealidad

junio 10, 2009

Merece la pena seguir. Merece la pena. Así. Dadme razones. Dormir para siempre. Despertar para nunca. Eternamente el mar. Un rincón donde recogerse. Donde sobrecogerse. Sin pararse un segundo. Seguir así. Seguir. No seguir. Sólo estar en algún lado.

Veo los átomos del aire. Chocan entre si. Surgen de todas partes. Como diminutas pompas de aire. Suben y bajan. Pero no siempre. A ratos. Pero no todos los días. Algunos. Pero no cuando quiero. Cuando les apetece.


Realidades… Sueños?

junio 8, 2009

Conocí a una chica. Acababa de regresar con su familia de Alemania. Tenía dieciséis años. Yo también.

Ella llegó rompiendo moldes. Moldes y algunas cosas más. Tenía de todo y en su sitio. Me llamaba la atención su pantalón corto, como de gamuza, con una gran mariposa bordada en su trasero. Debajo, sus piernas, las dos, hasta el suelo.

Yo visitaba, después de salir del instituto, a un amigo, al taller de su padre, dónde el muchacho echaba una mano. Acudía de vez en cuando. Visita diaria al descubrir la mariposa y la proximidad de su domicilio.

Poco después pasaba de visitar a mi amigo y visitaba a la amiga. Quedamos algunas veces y dimos tres o cuatro paseos. Una tarde me preguntó por qué todo el mundo le aconsejaba que no fuera sola a pasear por la noche al parque: -¿Qué problema hay?-

Quedamos para vernos después de cenar, sobre las once.

Yo  demostré el porqué no se podía ir al parque a esas horas con un chico y ella me demostró el porqué no tenía miedo a hacerlo. A los dos nos gustó la explicación. Quizá por eso repetimos.


Hoy creo que la historia no fue así. Pero merecía la pena que hubiese ocurrido de ese modo. Lo único real era que a los dos nos gustaba la música de Módulos. Y el pantalón corto con una mariposa en la parte trasera. Y el parque. Y nuestras citas. Algo si ocurrió. Y algo no. Ahora no puedo separar una parte de otra. Todo o nada. Prefiero todo.


A veces…

junio 5, 2009

A veces tengo que morderme la lengua, para que no se me escape lo que pienso. A veces tengo que morderme el corazón para que no se me escapen los sentimientos.


normalidades… ¿normalidades?

junio 4, 2009

Interpretar los sueños. Ya me gustaría a mí. Son como otra vida que llevo al margen de esta que no llevo. Un desahogo a mi ahogo. A mi falta de actividad. A mi encierro. Involuntario. Sueño y vivo algo que no podría vivir. Por lo menos vivo en sueños. ¿Los sueños son cómo son por qué no son de otro modo o los hacemos nosotros? Creo que se hacen ellos solos. A veces avisan, a veces despistan, a veces luchan por hacerse realidad y que la realidad se convierta en sueños. Sí o no. Sí y no.

A veces ni son sueños, son ensoñaciones de sueños que nos gustarían tener para no tener que vivir esta vida que parece un mal sueño. Pero los sueños tienen vida propia que es impropia de quién los tiene, pero que forma parte de su propia vida, de la de los sueños y de la del durmierte, ensoñaciente o inconsciente que los tiene o los sufre o los pierde al despertar.


Realidades/Normalidades

junio 2, 2009

Como una prueba para saber que seguimos sintiendo. Como una novedad, percibimos que sí. De nuevo madrid, morboso, pendenciero. Agitados, subimos la escalera. No es un sueño sexual, es un deseo. Azul y breve. Blanco y transparente. Verde como la noche en tus ojos. Dorado como el agua de la lluvia sobre tus cabellos. Rojo como el fuego de tus labios.

El alba llegará sola y adormecida. Hay que dejarse vencer por el sueño. El día se desperezará sobre las nubes. Cerrar los ojos. La mañana no se levantará de buen humor si lo hace con el pie izquierdo. Un buen café corto de otoño con leche de primavera. Amanecerá el sol y hará recuento. Estamos casi todos. No pondrá falta a los que no vinieron, a los ausentes. El desayuno se le quedará frío a la Luna que no encuentra su lecho. -¡Hay que dormir!- grita el despertador. -¡Apaga la luz!-

Mañana te lo cuento.